Con una propuesta simple, un viaje para guardar en nuestros corazones, así es despertando del letargo de las vacaciones Kleinbus volvió a la ruta nuevamente....
Ciertamente es difícil expresar lo que un viaje como estos significa para mí, en principio es saber que el día lunes el cansancio te pasará la cuenta, pero todo lo gratificante del evento vivido sin duda durará mucho más que un par de días.
Con la premisa de volver a lo natural, el camping escogido no pudo ser el mas apropiado para ello, sin suministro eléctrico, lo que permitió admirar una noche estrellada a más no poder, como así mismo sin señal de celular, que nos mantendría desconectados, sin embargo, esto último generó una conexión más fuerte y humana entre todos los asistentes. Que decir del fogón, un lugar amplio que logró generar una atmósfera íntima, aún cuando sintieras la inmensidad del lugar. En resumen todo aquello que podría ser una traba para asistir a un lugar sin comodidades, al mirarlo en restrospectiva, te das cuenta que son los mejores lugares que podemos elegir.
Quiero destacar a todos los participantes de esta junta, por supuesto a los nuevos asistentes que se arriesgan a vivir experiencias como estas y claro aquellos que van a todas y que se la juegan por un sueño en común y son quienes integran a los nuevos y muestran la verdadera escencia de Kleinbus. Mis saludos a todos los socios de provincia que dan el todo por asistir y decir presente, sentirse dueños y orgullosos de pertenecer a Kleinbus.
Gracias a todos por hacernos volver a la esencia, sin luces, sin escenario, sin música, sin proyectores, por que al fin y al cabo que es Kleinbus, solo un puñado de soñadores que se embarca junto a sus familias en esta loca aventura de por al menos un par de días olvidar nuestra rutinaria vida y entregar lo mejor de nosotros como personas, poder mirar a nuestros vecinos, hablarle a la cara sin nada que ocultar o temer, viajando en un vehículo antiguo llenando de alegría la Ruta.